Inseminación Artificial

La inseminación artificial consiste en depositar el semen (ya sea de la pareja o de donante anónimo procedente de nuestro banco) en el fondo de la cavidad uterina, para facilitar a los espermatozoides un acercamiento al lugar de la fecundación en las trompas.

Este procedimiento está indicado cuando el semen está alterado en calidad o en cantidad de forma leve o moderada, cuando hay un factor cervical, en casos de esterilidad de origen desconocido o si fallan los ciclos de inducción de la ovulación con coito dirigido.

Así mismo, la inseminación artificial con semen de donante es una técnica que se indica en mujeres que desean ser madres en solitario o sin pareja masculina.

1. La estimulación ovárica se realiza para conseguir una ovulación controlada y de óptima calidad. Paralelamente, nos permite conocer el momento óptimo de la ovulación para la inseminación.


2. El varón facilita una muestra de su semen que es procesada y capacitada en el laboratorio para aumentar su movilidad y seleccionar los mejores
   espermatozoides.


3. En los casos en que se requiera semen de banco, se seleccionará el donante más similar a la madre: color de ojos, pelo, piel, etc. Todos nuestros donantes, antes de ser aceptados como candidatos deben de superar estrictas pruebas físicas, genéticas y psicológicas para garantizar su óptimo estado de salud.


4. A continuación, se procede a la inseminación propiamente dicha que consiste en introducir, a través del cuello uterino, una cánula fina cargada con los
   espermatozoides. Es una técnica sencilla que se realiza en la misma consulta ginecológica, no es dolorosa y dura poco tiempo. Después la paciente tiene que hacer reposo durante unos diez minutos, pudiéndose reincorporar a sus actividades habituales, sin necesidad de cambiar sus hábitos.