Infecciones y picores
¡Infórmate sin compromiso!
Las infecciones vaginales son producidas por microorganismos no adecuados para la flora vaginal. En condiciones normales, tanto la vagina como los genitales externos son ricos en microorganismos, la llamada flora vaginal. Cuando se alteran las condiciones normales de la misma, proliferan los microorganismos nocivos dando lugar a infecciones.
Existe la posibilidad de que sólo un miembro de la pareja esté infectado, pero hay que recordar que muchas de estas infecciones se transmiten vía relaciones sexuales, por lo que es aconsejable que ambas personas reciban atención médica, evitando así el contagio mutuo o incluso la posibilidad de contagiar a un tercero. Tampoco hay que olvidar la importancia del tratamiento de las infecciones vaginales en mujeres embarazadas, evitando su repercusión en el feto.
Los síntomas son diversos: irritación, inflamación, enrojecimiento e hinchazón en la zona, falta de lubricación, llegando en ocasiones a producir irritación o dolor en las relaciones sexuales y en el coito. El flujo vaginal puede variar en intensidad, tonalidad, e incluso producir un olor desagradable. No es infrecuente la inflamación, irritación y/o dolor de la vagina tras el acto sexual. En ocasiones puede llegar a manifestarse como molestias al orinar, pudiendo causar confusión con infección del tracto urinario, o siendo concomitante con la misma.
Las principales causas de las infecciones vaginales las resumimos a continuación:
- Infecciones por hongos: siendo el más habitual la Cándida Albicans (de ahí la denominación del término médico Candidiasis). Dicho hongo se encuentra habitualmente en la vagina en un pequeño porcentaje y ante desequilibrios puede proliferar de forma desmesurada, aumentando el flujo y variando su consistencia (aumentando su espesor, filancia y tonalidad amarillo-blanquecina).
- Infecciones por bacterias: las más comunes Estreptococo del grupo B (GBS), habituales y a tener en consideración especial en mujeres embarazadas (secreciones de color verde-amarillento); Tricomonas (Trichomonas Vaginalis) y Clamidias (Clamidia Trachomatis), ambas se contagian por relaciones sexuales (secreciones espesas y mas transparentes en tonalidad que las anteriores); Gardnerella (Gardnerella Vaginalis), también adquirida por contacto sexual (secreciones de color grisáceo); incluimos aquí también la sífilis y la gonorrea, menos habituales en nuestro entorno.
- Citar también pediculosis: infecciones por parásitos de la piel, etc (ver apartado de “prurito genital”).
Ante la aparición de los síntomas mencionados, sobre todo si se presentan acompañado de flujos anormales, se recomienda una visita al ginecólogo para estudiar los síntomas y ofrecer un diagnóstico.
En la exploración, nuestros ginecólogos, visualizarán el estado de la piel y, por consiguiente, de la zona vulvar y vaginal. En algunos casos, ante la presencia de flujo anómalo (en cantidad, olor…), se procede a la toma de un cultivo de una muestra de secreción vaginal para poder llevar a cabo un diagnóstico más exhaustivo del origen de los síntomas. Posteriormente se pautará un tratamiento antibiótico o antifúngico que permita la desaparición de la infección.
El picor en la vagina es una molestia frecuente. Es una sensación de prurito, muy desagradable, que impulsa en ocasiones a un rascado involuntario que puede originar lesiones en la vulva y mayores complicaciones.
- Picor en la vulva
- Irritación
- Inflamación de los labios de la vulva, con enrojecimiento e hinchazón de la zona afectada
- Infecciones vaginales: muy frecuentemente producidas por hongos.
- Sequedad vaginal: debido a la disminución de las secreciones vaginales, muchas veces relacionadas con la edad avanzada.
- Dermatitis por contacto o alergia: generalmente consecuencia de agresiones producidas a la vulva, por ejemplo al utilizar ropa interior muy apretada y áspera al tacto, pantalones muy ceñidos, desodorantes o cremas que contienen sustancias químicas, etc. Todo ello puede llevar a la aparición de eccemas o reacciones alérgicas que causan un picor genital de intensidad variable.
- Dermatitis seborreica: al igual que afecta a otras zonas del cuerpo, puede darse a nivel genital.
- Alimentación inadecuada: consumo inadecuado de alcohol o azúcares refinados, que pueden favorecer la aparición simultánea de infecciones genitales (hongos).
- Parásitos de la piel: la conocida sarna (sarcoptes scabiei), o parásitos del vello púbico como la ladilla (phthirus pubis), que suele causar un picor de moderado a fuerte más intenso por la noche.