Espermiograma

Un espermiograma (o seminograma) es una prueba que sirve para analizar la capacidad reproductiva del hombre a través de la evaluación de la calidad del esperma.

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Consiste en la toma de una muestra de semen a través de la que se analiza su correcto funcionamiento o por el contrario, se detectan problemas de fertilidad masculina. También puede resultar relevante para decidir qué técnica de reproducción asistida es la más adecuada para la pareja según los resultados proporcionados por este examen.

Recomendaciones

Para la correcta realización del seminograma, se recomienda un periodo de abstinencia sexual, en el que no se haya producido ninguna eyaculación en los 4-6 días anteriores al examen.

Parámetros analizados

Son varios los parámetros que se analizan a través de esta prueba, permitiendo conocer la concentración, movilidad y calidad de los espermatozoides. Los datos más importantes que aporta un espermiograma nos podrán decir:

  • Si el movimiento de los espermatozoides es rápido, lento, pendulante o si, por el contrario, son inmóviles.
  • La morfología del espermatozoide, a través de la que se evalúa si existe alguna anormalidad.
  • El recuento, considerándose normal a partir de 15 millones por mililitro de semen.

En muchos casos, la realización de un solo espermiograma no es concluyente para la toma de decisiones y, por lo general, se aconseja que se realicen al menos dos exámenes de este tipo para asegurarnos de que no existen alteraciones en los mismos.

 

Valores normales en el seminograma

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la referencia a tener en cuenta para unos valores normales es la siguiente:

  • La concentración de la muestra debe ser mínimo de 15 millones/ml.
  • Cuando hablamos de volumen hace referencia a la cantidad que se debe obtener en un eyaculado, como mínimo de 1.5 millones/ml.
  • La motilidad es el porcentaje de espermatozoides que se desplazan: el valor normal está alrededor del 32%
  • La morfología es el porcentaje de espermatozoides con forma normal (cabeza, cuello y flagelo).
  • PH: el pH del semen debe encontrarse entre 7.1/7.8 por encima de estos valores habría sospecha de infección y por debajo hablaríamos de Azoospermia.
  • El color normal del semen es opalescente gris y homogéneo.
  • Viscosidad: Si la muestra es muy viscosa puede ser debido a una disfunción prostática o una eyaculación frecuente.

 

Estudios seminales avanzados

Existen diagnósticos genéticos adicionales que se pueden indicar si se encuentran valores seminales alterados o se ha dado un fallo de fecundación, principalmente:

  • FISH espermático. Detección de alteraciones en el número de cromosomas de los espermatozoides. 
  • TUNEL seminal. Estudio de la fragmentación del ADN espermático.
  • Meiosis espermática. Se analizan posibles alteraciones de la carga genética de los espermatozoides que pudieran ser el origen de la infertilidad.
  • Estudio genético de la espermatogénesis. Análisis fertigenético de los 426 genes relacionados con el proceso de desarrollo de los espermatozoides para identificar el origen de las alteraciones detectadas en el espermiograma.
     
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