“TIME-LAPSE” en reproducción asistida. EN ENTREDICHO SU EFICACIA

La valoración morfológica clásica de los embriones se realiza con la observación al microscopio de los mismos en distintos momentos de su desarrollo. A pesar del uso de criterios muy estandarizados, este tipo de observaciones está condicionada por la variabilidad entre embriólogos, con la subjetividad que esto conlleva.

El nacimiento de la tecnología time-lapse: time=tiempo y lapse=intervalo, permite observar la evolución de un suceso que el ojo humano no puede percibir: el desarrollo embrionario en su totalidad. Un sistema time-lapse se compone de un incubador con uno o más microscopios invertidos, conectados a una cámara digital, que captura imágenes de los embriones a intervalos regulares de 5-15 minutos.

La introducción del sistema time-lapse en los laboratorios de fecundación in vitro FIV, ha aportado varias ventajas como evitar someter a los embriones a cambios de temperatura y pH, exposición a la luz y ha permitido detectar aspectos del desarrollo que antes eran desconocidos o indetectables. Pero, a pesar de las ventajas que ofrece el time-lapse, también tiene limitaciones. El embrión es tridimensional, y para su correcta valoración puede necesitar ser girado para una mejor visualización, incluso puede que las imágenes no sean nítidas para valorar las características del embrión.

Además, en los últimos estudios publicados, no hay evidencias a favor de estos sistemas de cultivo con time- lapse con diferencias en tasa de nacidos vivos, tasa de aborto espontaneo o tasa de embarazo clínico al compararlo con incubadores convencionales, y la valoración morfológica clásica. Podemos afirmar entonces que la evaluación morfológica convencional realizada por embriólogos expertos, junto con un sistema de cultivo estable y controlado, sigue siendo una manera óptima de clasificar y evaluar los embriones.

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