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Mamá Ingeniera:"No hay que temer a la ciencia porque ser mamá es nuestro mayor deseo"

Laura encarna una de las figuras más populares de la blogosfera de la maternidad, Mamá Ingeniera. Este es su quinto blog, así que conoce muy bien el sector de la bitácora. Diario de una madre ingeniera narra las aventuras de una mujer que quería ser madre a toda costa. De hecho, nace con fines terapéuticos porque Laura buscaba un embarazo, al igual que otras muchas mujeres, que nunca llegaba y se sentía incomprendida. «Tras mucho meditarlo, me animé a abrir este espacio para compartir mi experiencia, porque después de intentar quedarme embarazada durante más de un año, fui diagnosticada de fallo ovárico prematuro y baja reserva ovárica», relata a clínica Accuna.

-Mamá a tiempo completo y bloguera, ¿cómo compaginas ambas cosas?

No sólo eso, también trabajo fuera de casa seis horas al día que, aunque agotan, son más bien un descanso (se ríe). Pero lo cierto es que es difícil organizarze para ambas cosas, la verdad. Intento programar los posts de noche, como un ave noctura. Los escribo en un e-mail mientras doy el pecho, por ejemplo, para después maquetarlo rápidamente en WordPress. Voy bastante apurada con el 2.0.
 
-En tu blog dices que eres mamá por un FIV, ¿qué te llevó a decantarte por este tratamiento y no otro?
No tuve elección, dado mi diagnóstico. Cuando me dijeron que tenía fallo ovárico prematuro y baja reserva ovárica vi reducidas mis posibilidades y el FIV se presentó como una pequeña esperanza. Cualquier otro tratamiento hubiese sido una pérdida de tiempo, seguramente.
-¿Cómo fue tu experiencia? ¿Recuerdas el momento en que te dijeron que estabas embarazada?
Fue francamente difícil porque me quedé embarazada en la tercera transferencia embrionaria del último embrión que nos quedaba y que, además, era de una calidad D, por lo que daban por hecho que estaba todo perdido. Sin embargo la sorpresa fue mayúscula cuando vi mi beta de 204, pero tuve mucho miedo por si se repetía el embarazo bioquímico de mi primera transferencia. Tras mi experiencia aprendí que no hay que descalificar a ningún embrión, porque nunca se sabe lo que puede pasar.
 
-¿Cuáles eran los antojos más absurdos que tenías?
Trato de recordar y solamente me viene a la mente uno,  el Sprite. Aunque no pude tomarlo durante mucho tiempo porque a las 27 semanas de embarazo me diagnosticaron diabetes gestacional.
 
-¿Y qué era con lo que más soñabas?
Soñaba con que daba la teta, ¡ja,ja!
-¿Lo que más te atemorizaba?
Perder a mi bebé o que no estuviese sano. Era mi mayor temor, sin duda, y más después del duro proceso que tuve que vivir hasta poder tenerlo.
-¿Recomendarías a una mujer que quiere ser mamá que se realice un FIV, entonces? ¿Por qué?
Si después de hacerse las pruebas necesarias es lo más indicado, sí, claro que sí. No hay que tenerle miedo a la ciencia. Está para ayudarnos y ser mamá es uno de los deseos más fuertes que podemos tener.
-Hay mucho debate en torno a la lactancia materna, ¿qué opinas sobre este tema?
Precisamente hace poco subí varios vídeos a mi canal de YouTube hablando de ello. La lactancia materna mola, pero no soy una radical y respeto cualquier decisión que tome cualquier mamá. En mi caso, fue genial y ahora, después de 12 meses, empiezo a tener ganas de dejarlo. Pero poco a poco iremos viendo cómo hacerlo.
-¿Qué es lo más bonito de la maternidad para ti?
La sonrisa de mi hijo cada mañana. Sus besos, sus abrazos. Todo valió la pena. ¡Absolutamente, todo!



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