La hepatitis y la maternidad
El 28 de julio Naciones Unidas celebra el Día Mundial de la Hepatitis. Desde que se descubrió la hepatitis viral hace 50 años, se han desarrollado eficaces vacunas, tratamientos y una cura. Aún así, diez millones de personas se infectan y el 95% no sabe que sufre la enfermedad. Menos del 1% accede al tratamiento. Por todo ello, Naciones Unidas se plantea el objetivo de conseguir erradicar esta enfermedad para 2030.
Una vez superada la enfermedad, ¿cómo se aborda la enfermedad? El equipo médico de Accuna responde:
.- Tras superar una hepatitis, ¿una mujer puede ser madre? ¿Tendría algunas dificultades?
Cuando una mujer afronta la infección crónica de virus de hepatitis B (VHB) deben de tomarse dos determinaciones, una es para su pareja y otra por el futuro bebé. Durante la gestación y en el parto podría infectarlo. Por lo tanto, cuando nazca habrá que vacunarlo y administrar inmunoglobulina específica frente al VHB y a los seis meses repetir esa vacuna.
Referente a la pareja, esta deberá vacunarse frente al VHB y esperar que la mujer tenga la carga viral en sangre nula o tan baja que no sea capaz de infectarle pudiendo así iniciar un ciclo de FIV.
.- ¿Cómo afecta la hepatitis y su tratamiento a la fertilidad del hombre y de la mujer?
El varón infectado de hepatitis se debe realizar un lavado seminal para evitar la transmisión del mismo tanto a la pareja como al futuro bebé. De esta forma podríamos realizar un tratamiento de fertilidad dando lugar a un bajo nivel de riesgo puesto que el semen queda libre del virus VHB.
Estudios de calidad del semen en pacientes con infección crónica de virus de hepatitis B (VHB) mostraron que aunque pudiera no afectar a la calidad seminal, los valores de necrosis fueron altamente significativos, con alteraciones en la espermatogénesis (producción de espermatozoides).
En general, la hepatitis no supone riesgos para la fertilidad de la mujer, excepto en el caso de que la paciente sea portadora de una enfermedad hepática tan evolucionada que conlleve anemia, infecciones, etc. Habitualmente el curso de las hepatitis virales no es distinto o peor en el caso de una mujer embarazada. Los cuidados son los mismos de una persona no embarazada, no hay indicación de interrumpir el embarazo. En la hepatitits B se puede seguir un tratamiento con antivirales en caso de que sea severa y en la proximidad del parto, con el fin de negativizar la viremia evitando la transmisión vertical al recién nacido.
Si tienes dudas sobre esta u otras enfermedades y cómo pueden afectar a tu fertilidad, pide un cita y cuéntanoslo. Te ayudaremos.
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Raquel Molina
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