¿Cómo saber si soy fértil? Chequea tu fertilidad
Un estudio de fertilidad es la evaluación del sistema reproductivo de la pareja o paciente. Permite detectar o descartar si existe algún problema que impida concebir y dar a luz un bebé sano.
Las pruebas que se realizan varían en función de cada caso, pero en general se incluye una primera visita médica, en la que el médico ginecólogo/a recoge los datos que guardan relación con la salud reproductiva, tanto los aspectos personales como familiares para realizar una completa historia médica. Se completa con exploraciones físicas y pruebas diagnósticas, entre éstas se realiza un análisis de sangre para determinar los niveles de diversas hormonas que aportan información sobre el funcionamiento de los ovarios, como son la hormona foliculoestimulante (FSH), el estradiol, la hormona tirotropina (TSH) y la hormona antimüleriana (AMH).
Dentro de las pruebas diagnósticas también se incluye una ecografía ginecológica de reproducción para detectar posibles patologías del aparato reproductor y conocer la reserva ovárica a través del recuento de folículos antrales.
Al varón -en el caso de contar con pareja masculina-, además de recogerle también los datos médicos de su historial, se le realiza un seminograma para conocer la calidad de su esperma.
Todas estas pruebas nos orientarán a conocer la reserva ovárica de la paciente y el pronóstico reproductivo de la pareja para diseñar el tratamiento de fertilidad más conveniente a sus necesidades.
Cuánto hay que esperar para acudir al especialista en fertilidad
Es aconsejable realizar el chequeo de fertilidad cuando se lleva más de 12 meses intentando tener un hijo sin éxito y en el caso de mujeres con más de 35 años este periodo se reduce a 6 meses.
No obstante, estos estudios sirven para que cualquier mujer conozca sus posibilidades de ser madre y descartar posibles problemas ginecológicos. Así como valorar la posibilidad de criopreservar sus óvulos en el mejor momento para conservar la libertad de decidir cuándo ser madre antes de que se agote su reserva ovárica o se reduzca su calidad.
En qué casos hay que acudir a consulta preconcepcional aunque no se tengan problemas de fertilidad
En caso de presentar alguno de estos supuestos es importante que acudas a consulta ginecológica para que te ofrezcan la mejor orientación respecto a tu futura maternidad:
- Antecedentes obstétricos o reproductivos con complicaciones (abortos, hijos previos con defectos congénitos, muertes fetales intraútero previas, parto pretérmino).
- Antecedentes personales o familiares de enfermedades genéticas o hereditarias.
- Alguna enfermedad crónica como: diabetes mellitus, enfermedad renal (incluida la hipertensión arterial previa al embarazo), epilepsia, enfermedad cardiovascular, cáncer y otros procesos médicos que precisen de medidas previas a la gestación.
Salvaguarda tu fertilidad: Conoce cuándo debes congelar tus óvulos
Preservar la fertilidad es fundamental, tanto por motivos de salud (como por ejemplo en pacientes diagnosticadas de ovarios poliquísticos, fallo ovárico precoz o endometriosis), como personales. Y en estos casos una manera de averiguarlo es realizar el chequeo de fertilidad que determina si la reserva ovárica de la paciente es óptima, o es mejor recurrir a métodos de prevención para diferir la maternidad de manera consciente.
Las técnicas de crioconservación de óvulos, permiten de forma sencilla y segura conservar los óvulos propios en el momento en que son más fértiles y poder preservarlos para poder disponer de ellos en el momento deseado, con todo el potencial de fertilización y calidad que tienen en el momento de la extracción, a la espera del deseo de embarazo.
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