¿Afecta el estrés a la fertilidad?
Antes de contestar a esta pregunta que ha suscitado tanta controversia y debate durante tantos años, dejaremos claros ciertos conceptos.
FERTILIDAD
Se denomina fertilidad a la capacidad de concebir o de poder tener un hijo. La fertilidad depende de varios factores: la correcta función de los órganos reproductivos, niveles hormonales, edad, IMC, consumo de tabaco, frecuencia relaciones sexuales, antecedentes de enfermedades y tratamientos, …
INFERTILIDAD
Se diagnostica infertilidad cuando tras un año de tener relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos no se ha logrado un embarazo. Las causas de este resultado pueden ser múltiples y, en ocasiones, el origen es desconocido.
ESTRÉS
Cuando se produce un reajuste cognitivo y conductual continuo para adaptarse a las exigencias que el ambiente presenta, infravalorando nuestros recursos para este afrontamiento y etiquetando la situación como amenazante, es cuando aparece el estrés. Estrés que provoca en nuestro cuerpo muchas respuestas fisiológicas que a largo plazo pueden causarnos problemas físicos e incluso enfermedades. En muchas ocasiones, el factor psicológico no es una variable aislada ante la aparición de ciertas enfermedades. Además, hay que tener en cuenta vulnerabilidades biológicas, hábitos, hábitat…que pueden influir en el resultado.
Efecto del estrés y la ansiedad en la fertilidad
El intenso estrés experimentado por algunas personas durante un tratamiento de fertilidad puede llegar a compararse con el generado en pacientes oncológicos. Las continuas citas médicas, las pruebas, el diagnóstico, los diferentes tratamientos, la medicación, la planificación de relaciones sexuales, la presión social y familiar, influyen en la amenaza constante percibida de no poder cumplir el deseo de formar una familia. En este sentido sí que hay, claramente, una relación entre estrés y fertilidad. Puesto que el estrés condiciona nuestras decisiones de seguir con el tratamiento, adherirnos a las instrucciones médicas y a las citas. Incluso sin estar en un tratamiento de reproducción asistida, la no consecución de nuestro objetivo, nos condicionaría a tener menos relaciones sexuales a causa de un estado anímico bajo y de posibles fricciones con nuestra pareja.
Numerosas investigaciones han intentado vislumbrar la relación entre estrés y fertilidad, y los resultados obtenidos no han sido concluyentes. Existen numerosos estudios a favor y en contra de esta afirmación. Pero al interpretar éste, debemos saber que no todas las investigaciones tienen el mismo grado de evidencia. Por tanto, es recomendable valorar el nivel de evidencia del estudio, sus limitaciones y el grado de recomendación antes de sacar conclusiones precipitadas. Los meta-análisis son estudios que agrupan toda la información disponible de un tema concreto, y evalúan dicha información a través de herramientas de calidad metodológica. Uno de los meta-análisis que recoge los estudios publicados sobre estrés y fertilidad de mayor calidad es el publicado por Boivin J, Griffiths E y Venetis C (2011). En él concluyen la inexistente relación entre angustia emocional previa al tratamiento de reproducción asistida y el resultado de embarazo. Sin embargo, en este estudio también refieren no excluir la posibilidad de que, utilizando otros diseños y poblaciones, pueda existir la posibilidad de correlaciones psicobiológicas entre el estrés y la fertilidad.
Independientemente de los resultados de estas investigaciones, el apoyo psicológico durante el proceso es imprescindible para mitigar este sufrimiento, puesto que un porcentaje significativo de estos pacientes abandonan el tratamiento al no poder gestionar el cansancio y el estrés emocional producido.
En Accuna contamos con psicólogas clínicas y personal formado para gestionar estas emociones y ayudar a nuestras pacientes a lo largo de todo el proceso de reproducción asistida ¡Consúltanos!
Ana Paula Cerdán, psicóloga de Accuna.
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