Infecciones de orina: Cistitis
Una de cada cuatro mujeres aproximadamente en España han tenido alguna vez en su vida cistitis, conocida comúnmente como infección de orina. Es una infección frecuente que suele ser atendida en la consulta ginecológica. Si no se trata puede derivar en serias complicaciones en la salud de la paciente, como infección renal.
¿Cuáles son sus síntomas?
Las infecciones de orina no son graves si tratan correctamente, pero sí suponen un impacto negativo en la calidad de vida de quien la padece. Sus síntomas suelen incluir:
- Irritabilidad, picazón o quemazón al orinar.
- Necesidad urgente y frecuente de miccionar.
- Dolor, incluso sangrado (hematuria) al orinar o al mantener relaciones sexuales.
- Orina con olor fuerte y color turbio.
- Dolor pélvico.
¿Cuándo se puede padecer cistitis?
- En casos de retención de orina.
- Tras relaciones sexuales
- Con la utilización de diafragmas como método anticonceptivo.
- Con niveles alterados de hormonas, como en el embarazo o en la menopausia.
- Pacientes con cualquier obstrucción del flujo urinario, por ejemplo con cálculos o piedras en el riñón. Con una anatomía del aparato excretor anormal, personas con dilatación prostática, etc.
- Las personas sometidas a exámenes mediante catéteres y sondas.
- Las personas mayores se ven afectados por este tipo de infecciones con mayor frecuencia ya que sufren una alteración del sistema nervioso, que les impide controlar la vejiga a voluntad.
- Cualquier desorden que produzca una supresión en el sistema inmune incrementa el riesgo.
- También los bebés nacidos con alguna deformación en el tracto urinario, que han de ser corregidos mediante cirugía.
Tratamiento de la cistitis
El correcto tratamiento médico requiere de la prescripción de antibióticos.
Los antibióticos más usados son las quinolonas, el trimetoprim, la amoxicilina, tetraciclina y la ampicilina. Solo el médico podrá determinar el tratamiento más adecuado al caso concreto.
¿Cómo podemos prevenir la infección y tratarla?
La mejor prevención ante cualquier infección del tracto urinario es adoptar una serie de hábitos higiénico-dietéticos para fortalecer nuestras defensas:
- Debemos beber 1,5 litros de agua al día ya que los líquidos arrastran las bacterias al orinar.
- Orinar periódicamente ya que las bacterias proliferan al permanecer en la vejiga: acudir al aseo en cuanto se tengan ganas de orinar.
- Evitar prendas ajustadas ya que aumentan la temperatura y la humedad de la zona.
- Orinar tras las relaciones sexuales.
- Beber mucho líquido es muy importante si te sometes a quimioterapia o radioterapia, en especial durante los días de tratamiento.
- No realizar duchas vaginales; son desaconsejadas ya que una entrada directa de agua en la zona no indica una limpieza mejor y puede traducirse en una modificación del pH de las paredes vaginales facilitando la proliferación de las bacterias.
- Tenemos que evitar los excitantes como el alcohol, la cafeína y el tabaco.
- Es recomendable mantener una correcta limpieza perianal. Lavarse y secarse siempre de adelante hacia atrás -muchas de las bacterias que provocan la cistitis provienen de las heces-.
- Evitar el uso de protectores a diario. El uso del salvaslip limita la traspiración de la piel favoreciendo la humedad de la zona.
- Vigilar la dieta evitando el estreñimiento. Los nutricionistas recomiendan la ingesta de frutas y verduras, que tienen un alto contenido en agua. Así como beber zumo de arándanos: este fruto evita que las bacterias se fijen a las paredes de la vejiga.
Desde la clínica Accuna esperamos haberte ayudado a conocer los mejores hábitos para prevenir este tipo de infección.
Equipo médico y de enfermería de Accuna.
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