Grandes hitos en medicina reproductiva: desde Louise Brown hasta la actualidad
La reproducción asistida ha evolucionado muchísimo desde que comenzó su andadura. Repasamos los principales momentos de esta medicina que está cumpliendo el deseo de muchas mujeres de convertirse en madre.
¿Cuáles han sido los descubrimientos más importantes en medicina reproductiva en las últimas décadas?
En 1958 se administran los primeros extractos de gonadotrofinas humanas, conteniendo hormona folículo-estimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH), con el fin de conseguir inducciones ováricas. A su vez, se introduce el citrato de clomifeno para la estimulación ovárica controlada. Posteriormente, en 1966, se obtienen los primeros ovocitos humanos mediante la técnica laparoscópica.
Los doctores P. Steptoe y Robert G. Edwards consiguieron el nacimiento del primer bebé probeta, Louise Brown, el 25 de junio de 1978 en Reino Unido. Se consigue un hito histórico: nace la primera niña en el mundo tras fecundación in vitro (FIV) y reimplantación embrionaria. En España, fue el 12 de julio de 1984 cuando se consiguió el primer nacimiento mediante FIV.
Durante los años 80 se pusieron en marcha múltiples protocolos de estimulación ovárica más eficientes, se desarrollaron técnicas de criopreservación y descongelación de embriones y se realizaron con éxito los primeros ciclos de donación de ovocitos. En 1983 se consiguió el primer embarazo de ovocitos donados mediante FIV y transferencia embrionaria (TE).
En 1984 el equipo de Ricardo Asch de la Universidad de Texas introdujo una nueva técnica que procedía a la transferencia de uno o más ovocitos mezclados con espermatozoides lavados y capacitados en la trompa de Falopio mediante laparoscopia. Esta técnica se conoce con el acrónimo de GIFT (gamete intrafallopian transfer).
Un par de años más tarde se produce el primer embarazo con otra técnica similar, en la cual ya se transferían ovocitos fecundados (cigotos) en las trompas. Esta técnica se denominaba zygote intrafallopian transfer (ZIGT).
En 1987 se da a conocer un nuevo método que aúna la ecografía transvaginal y una guía de biopsia para la recogida ovocitaria. En 1986 se publicó el primer nacimiento tras la congelación-descongelación de ovocitos y posterior FIV-TE.
En 1988 se publica el primer embarazo utilizando la técnica subzonal sperm insertion (SUZI),; consiste en inyectar uno o varios espermatozoides a través de la zona pelúcida (ZP) y dejarlos en el espacio perivitelino. Al año siguiente se conoce una nueva técnica partial zonal dissection (PZD), consistía en realizar un pequeño agujero en la ZP para facilitar la entrada del espermatozoide.
¿Cuáles de estos descubribimientos en medicina reproductiva han supuesto un cambio que ha generado más éxito reproductivo?
Fue en la década de los 90 donde surgieron dos de las técnicas más significativas en la historia de la FIV: la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) y el diagnóstico genético preimplantacional (DGP).
En 1992 tiene lugar la introducción de la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Consiste en la inyección intraovocitaria de un único espermatozoide. Actualmente es la técnica elegida para tratar el factor masculino severo.
A partir de 1990 se aunaron las técnicas de reproducción asistida y la biología molecular para dar lugar al diagnóstico genético preimplantacional (DGP).
¿En qué se está investigando ahora mismo que podría suponer un gran avance en la reproducción asistida?
Los avances en estos últimos años han sido considerables y han posibilitado mejorar las técnicas de reproducción asistida. En la actualidad se utilizan protocolos de estimulación ovárica mucho más suaves y efectivos para conseguir resultados más satisfactorios en cuanto al número y calidad ovocitaria, lo que reduce el riesgo de hiperestimulación durante el tratamiento.
Son técnicas rutinarias la FIV convencional y la ICSI que consiguen tasas de fecundación superiores al 70%. La elección de una u otra técnica dependerá en gran medida del recuento y movilidad espermática. La ICSI permite realizar el tratamiento en los casos de factor masculino severo.
Podemos mantener en cultivo los embriones en el laboratorio hasta el día 5º y 6º de desarrollo gracias a la mejora de los medios y sistemas de cultivo. El uso de incubadoras de última tecnología, así como la puesta en marcha de protocolos específicos de cultivo para poder alargar el desarrollo embrionario en el laboratorio, permite obtener embriones en estadío de blastocisto que aumentarán las probabilidades de éxito debido a su mayor tasa de implantación.
Las técnicas de criopreservación mediante la vitrificación permiten obtener tasas de éxito similares a los ciclos en fresco y que las mujeres puedan preservar su fertilidad vitrificando sus propios ovocitos para utilizarlos en un futuro. El poder vitrificar los embriones y los ovocitos de un ciclo, amplía las posibilidades dentro del tratamiento, puesto que permite adoptar la estrategia más adecuada a cada pareja, así como preservan la fertilidad en los casos en los cuales se opta posponer la maternidad, debido a una decisión voluntaria o por una enfermedad que pueda afectar a la salud reproductiva.
La criopreservación de embriones ha sido una técnica utilizada desde principios de los años ochenta aunque entonces se utilizaba básicamente la congelación lenta. Hoy en día en los laboratorios se utiliza el proceso de vitrificación de embriones y ovocitos que evita la formación de hielo y, por tanto, el daño que se le puede causar al embrión debido a los cristales. Con la vitrificación, tal y como se lleva a cabo, se consiguen tasas de supervivencia embrionaria cercanas al 100% y se logra preservar el pontencial de implantación.
Actualmente se está investigando en numerosas ramas de la reproducción asistida, con el fin de establecer soluciones individualizadas a problemas específicos. Entre ellos encontramos la baja respuesta ovárica o los fallos repetidos de implantación, en los cuales tras varios ciclos con un número elevado de embriones de buena calidad transferidos no se ha conseguido embarazo clínico. También se sigue investigando en el campo de la endometriosis.
Además, se están poniendo a punto nuevas técnicas de selección y mejora de muestras seminales. Se trata del uso de unas micropartículas magnéticas unidas a una proteína (anexina V) que se une, a su vez, a uno de los marcadores (fosfatidilserina) que hay en la parte externa de la membrana de estos espermatozoides programados hacia la muerte celular y que, tras aplicar un campo magnético, quedan retenidos dejando pasar a aquellos espermatozoides óptimos.
También se está investigando en poner a punto técnicas no-invasivas de selección embrionaria como la metabólomica.
Las nuevas tecnologías están suponiendo un extraordinario progreso en el diagnóstico de la fertilidad. El último avance que se ha incorporado a las técnicas diagnósticas se denomina array-CGH y secuenciación masiva pero también implica grandes retos por lo que conlleva esta técnica.
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