La endometriosis
La endometriosis es una enfermedad benigna de la mujer en edad reproductiva, que se caracteriza por la presencia de tejido endometrial funcionalmente activo, fuera de la cavidad uterina.
El tejido endometrial es el que recubre la cavidad uterina y que se descama y se expulsa por la vagina cada vez que se tiene la menstruación.
Esta enfermedad puede presentarse con diferente sintomatología, la intensidad de la misma no depende de la extensión de la enfermedad, suele progresar y tener recidivas. Todavía no conocemos todos los factores y mecanismos que provocan y desarrollan la enfermedad, por lo tanto el tratamiento no es único ni curativo y dependiendo de las circunstancias de cada paciente, el ginecólogo propondrá uno u otro.
Conocemos factores de riesgo para padecer la endometriosis, como son: Tener reglas abundantes, el no usar anticonceptivos hormonales, ser nuligesta o tener pocos hijos, tener antecedentes de madre o hermana con endometriosis, ingesta de alcohol y fumar, estar en contacto con ciertos tóxicos ambientales o tener alguna malformación útero-vaginal.
La endometriosis pélvica, es la más frecuente y según esté localizada la podemos clasificar: Endometriosis peritoneal, los implantes están en la superficie del peritoneo que recubre el útero y las trompas. Endometriosis ovárica, cuando afecta al ovario, suele formar unos quistes llamados endometriomas. Endometriosis del tabique rectovaginal.
¿Con qué se relaciona?
Se asocia a tres problemas clínicos, el dolor abdominal, la infertilidad y a trastornos menstruales.
El dolor puede aparecer cuando se tiene la menstruación, dismenorrea, hasta en el 90 % de los casos, suele ser cada vez más intenso , también puede aparecer en ocasiones entre reglas. Otras veces el dolor se tiene al mantener relaciones sexuales, dispareunia profunda, hasta en un 40 % y por último se manifiesta como dolor crónico pélvico en más de la mitad de las mujeres.
Como este tejido endometrial puede asentarse fuera del sistema reproductor, las manifestaciones clínicas serán según en donde se encuentre, si es en la vejiga, podrá tener aumento de la frecuencia y urgencia urinaria y hematuria, si está en el intestino, podrá ocasionar una rectorragia, dolor con la defecación, diarrea o estreñimiento. Todos estos síntomas suelen aumentar con la menstruación.
La disminución de la fertilidad que se produce con la endometriosis, se puede deber a varios factores, como puede ser un quiste en el ovario, endometrioma, que puede afectar al normal funcionamiento del mismo y a la calidad de los ovocitos o a la distorsión o a la obstrucción de las trompas por las adherencias, por lo que no pueden recoger el ovulo si se produce una ovulación.
Las alteraciones menstruales pueden ser, desde reglas escasas, un manchado premenstrual o reglas abundantes, producidas por alteraciones ováricas relacionadas con la endometriosis.
Llegar a veces al diagnóstico de endometriosis puede ser difícil y tardar varios años desde los primeros síntomas, pues estos son muy inespecíficos, a veces la evolución es lenta y asintomática, no depende de la extensión de la enfermedad, en ocasiones, mínimas lesiones endometriosicas producen mucho dolor y en otras ocasiones un quiste endometriósico grande puede ser asintomático.
La anamnesis recogerá los síntomas típicos de la enfermedad, el dolor menstrual que es más intenso con el paso de los meses, los coitos dolorosos y en ocasiones se añade la dificultad de quedarse embarazada. Se preguntara por los factores de riesgo y a continuación la exploración clínica, que en ocasiones nos hace pensar en la endometriosis.
Las pruebas complementarias no siempre son diagnósticas, la ecografía sólo nos será útil si hay un quiste endometriósico en el ovario, la resonancia magnética la utilizamos para la valoración de la endometriosis del tabique rectovaginal, la laparoscopia es diagnóstica siempre, pues se ven desde los pequeños implantes peritoneales a los quistes ováricos, pero es una prueba invasiva que requiere anestesia y no está exenta de complicaciones. No hay una analítica que sea específica para el diagnóstico de la enfermedad.
El tratamiento, que no es curativo, intentara eliminar el tejido endometrial ectópico y las molestias que causa, se puede hacer con tratamiento médico, utilizando desde antiinflamatorios, anticonceptivos hormonales u otros tratamientos hormonales, o quirúrgico desde la laparoscopia para liberar las adherencias, eliminar los focos endometriosicos, la quistectomía simple (extirpación del quiste) llegando a veces a realizar una cirugía más agresiva extirpando el útero y los ovarios, y es el ginecólogo , quien decidirá que hacer valorando la edad de la paciente, la intensidad de las molestias, el tamaño del endometrioma o si se ha cumplido el deseo genésico.
Si el problema es de fertilidad hay que saber que se pueden realizar todas las técnicas de reproducción asistida, desde las más sencillas a las más complejas dependiendo de la extensión de la enfermedad.
El aunar las técnicas de reproducción, los tratamientos médicos o quirúrgicos es a veces difícil.
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