Pólipos uterinos o endometriales, ¿comprometen nuestra fertilidad?

¿Qué son los pólipos uterinos?

Los pólipos uterinos, mejor conocidos como pólipos endometriales, son zonas donde el endometrio (capa más interna del útero) crece de manera excesiva, visualizándose como pequeños nódulos, casi siempre benignos, que están adheridos a través de una base a la cavidad uterina.

¿Qué tipos de pólipos endometriales podemos encontrar?

Existen diversas clasificaciones:

• La gran mayoría de estos, son benignos. (Aunque pueden malignizar en un 0.5-1%). Algunos pueden tener hiperplasias o ser atróficos según las características histológicas. El riesgo de malignidad aumenta con la edad, tamaño del mismo y con el sangrado. Cuando son asintomáticos, raramente son malignos.
• Pueden ser únicos o múltiples, según la cantidad que encontremos.
• Sésiles, pediculados, según la base de implantación.
• Fúndicos, ístmicos, cornuales o laterales según su localización.

¿Qué puede causar la aparición de pólipos uterinos?

Se encuentran casi en el 20% de las mujeres, principalmente entre los 40-65 años de edad. El requerimiento principal para su aparición es la presencia de estrógenos y su desequilibrio.

• Tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia
• Obesidad
• Hipertensión
• Menopausia
• Historia de cáncer hereditario (Sd Lynch, Sd Cowden)

¿Cuáles son los síntomas que ocasionan los pólipos endometriales?

Habitualmente los pólipos no causan ningún síntoma, diagnosticándose de forma casual en la mayoría de las mujeres.

En algunas pacientes pueden provocar menstruaciones algo más abundantes pero lo más frecuente es el manchado entre reglas. En caso de mujeres en menopausia, puede provocar manchado vaginal irregular.

Todos estos, variarán en función del tamaño y número de pólipos, pudiendo llegar a producir en algunos casos dolor o problemas de fertilidad (p.ej abortos de repetición).

¿Cómo podemos diagnosticar los pólipos uterinos?

Se suelen visualizar a través de la ecografía endovaginal, preferiblemente en la primera fase del ciclo menstrual. Se puede añadir también suero fisiológico en la cavidad uterina para distender la cavidad (histerosonografía) y observarlo con mayor claridad.

Una vez la sospecha, se puede confirmar su presencia mediante histeroscopia.

¿Cuál es el tratamiento de estos pólipos endometriales o uterinos?

No todos precisan de tratamiento, ya que en muchas ocasiones se expulsan con la menstruación. Se pueden resecar mediante histeroscopia (procedimiento ambulatorio) con el fin de biopsiarlos (sobre todo si existe riesgo de malignidad: mujeres menopáusicas, hipertensas, diabéticas, obesas, con tratamientos hormonales como estrógenos o tamoxifeno, o con historia de cáncer como el de colon).

En alguna ocasión dependiendo del tamaño y la tolerancia de la paciente al procedimiento, puede ser necesario realizarlo bajo anestesia.

¿Cómo pueden afectar los pólipos endometriales a nuestra fertilidad?

Puede afectar a la fertilidad, principalmente si son de gran tamaño (≥2cm) y según su ubicación (cerca de los ostiums provocarían una obstrucción mecánica para la fecundación del óvulo por el espermatozoide). Ocasionando problemas de esterilidad como fallos de implantación hasta situaciones de infertilidad como abortos de repetición. Por lo tanto, en casos de presentar dicho hallazgo en estas situaciones, es recomendable resecarlos.

Lorena Palacios, ginecóloga en Accuna